Es un hecho que los jóvenes... en realidad la gente en general es bien mal pensada, mentes de alcantarilla, poblacionales, cochinos, inmundos, depravados sexuales anales, palurdos; llamelos como usted quiera. Hoy en día en todos lados vemos sexo; diarios, revistas, televisión, radios, reuniones familiares, kermeses, etc. Todo es sexo, todo es doble sentido, y eso es porque estamos extremadamente estimulados día a día, momento a momento con el sexo.
Este es un tema para mí, puesto siempre me pasan situaciones donde la talla de doble sentido aflora sin querer. Es algo que uno lleva en la piel, es eso que te hace ser chileno, que te diferencia de cualquier otro país; porque el chileno es bueno pa' la talla rápida, pa' la cochina y el doble sentido. Situaciones que me suceden a diario son por ejemplo ir a la casa de algún amigo que tiene mascotas y que típico el perro te empieza a oler ahí en esa parte donde la diversión es total. Mi reacción es siempre hacerle cariño en la cabeza a la bestia (la mascota) para que se calme y me deje tranquila mi zona amorosa; pero no, eso es como un incentivo para el bicho. Generalmente me dicen "le caiste bien al Firulais" y yo digo, "no, es mi olor a perra". Y ahí es donde un torbellino de mala conjugación se contrapone a mi dignidad y me juega malamente haciendo que mi compipa piense que le doy como caja a la custión todo el día. Es en ese momento en donde la aclaración agrava la aseveración: "es que tengo dos perras y es obvio que debo tener olor a perra". Y ahí cae de cajón el sobre nombre "la con olor a perra". Quién fue el chuchesumadre que dijo que ser dog-lover era buena onda... Traiganme a ese weon que le voy a cortar las bolas.
¿Ellas también serán Dog Lovers?
Otra cosa que sucede con el tema de las situaciones que te dejan incomodamente como una devora cabezas rojas es cuando debes comprar alguna cosa que es claramente fálica o referente al pene. Eso me sucedió hoy; fui al barrio San Diego, famoso por ser el epicentro de los ciclistas de Santiago, en busca de accesorios para mi bicicleta. Mi objeto predilecto a ser encontrado era un Claxon. Encuentro super bonito el sonido del Claxon, es como dicharachero, divertido, tiene personalidad y se impone en las calles. Lamentablemente la gente no sabe que esa cosa se llama así, y popularmente le dicen "corneta". Ergo, cuando vas al local y preguntas de esta manera:
- Hola, ando buscando un claxon para bicicleta.
- ¿Un qué?
- Un claxon para bicicleta... esa cosita plastica que funciona con aire similar a una corneta.
- ¡Ah! Una corneta pa' la cleta. (Mirada complice buscando la cochinada en tus ojos)
- Si, si, una corneta (momento en que mi mirada baja con vergüenza pues sabes que ahora todo sera en doble sentido)
- Mire tengo esta, no es muy grande pero se impone bastante, dura harto...
- Ok (mientras corro a la salida)
Es por esas razones que no me había atrevido a comprar un claxon, hasta el día de hoy en que decidí superar mis miedos verbales y pedí a toda boca en el mesón "¡QUIERO UNA CORNETA PA LA BICI!"
Así, con mi orgullo en el suelo, pero mi dignidad alta por ser una mujer, soltera, rogando por un claxon y extremadamente peligrosa con los falos me fui con mi corneta entre mis manos. Y ahora sí puedo tocar la corneta todo el día donde se me de la gana.
Wuaajajaja wenísimo, me pasa siempre lo de los perros, y responder tengo 3 perras es un poco incómodo xD
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